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lunes, 28 de enero de 2013
lunes, 26 de marzo de 2012
Distrito Audiovisual
El macho alfa de mi manada, es decir mi dueño, se dedica a la extraña profesión de Director de Cine, (dos palabras que no sé qué significan).
Y resulta que ahora en la casa están todos algo cambiados porque hablan de la próxima película a filmarse en nuestro departamento, y hasta los niños van a actuar, dicen.
Y yo, como miembro de esta familia tan rara, no me salvo. Parece que voy a tener un papel destacado en la producción, "La noche del chihuahua". Imagínense de quién hago!!!
Este fue el casting, y parece que quedé:
martes, 26 de julio de 2011
rompecabezas
Un día como cualquiera mi dueña se acercó para sacarme a pasear.
Noté que los niños también vendrían y comencé a dar saltos como loca.
Mi dueña gritaba cosas como: ! dejá la correa y ponete la campera! !No abras el balcón que se puede escapar!, mientras los chicos correteaban y saltaban llevándome de la correa.
Esos minutos humanos de desorganización causan en mí un efecto desbastador: arraso con todo lo encuentro en el camino.
Y resulta que en el camino había una mesa y sobre ella un rompecabezas de 1000 piezas, que llevaba allí meses enteros y al que sólo le faltaban encajar unas 25 piezas. (La encargada de tan absurda tarea es mi dueña).
De un zarpazo torpe tiré las 975 piezas encajadas con tanto esmero y gran parte de ellas volaron al piso, y las 25 que todavía faltaban ubicar se mezclaron en un sinsentido de cartoncitos desparramados por doquier. Sentí un grito de espanto y luego otro, más las voces de los adultos que se contradecían: una decía que se podía volver a armar, y otra decía que si ya estaba casi listo era mejor guardarlo y darlo por terminado.
En seguida me encontré en el ascensor con mi dueña, el niño desistió de salir y se quedó tirado en el piso juntando las piezas, tratando de recuperar tanto trabajo perdido.
La salida a la plaza transcurrió sin mayores anécdotas. Pero faltaba el regreso.
Y esto fue lo que sucedió una vez que me devolvieron al balcón:
" Primero!", gritó mi dueña, "la encargada de sacar a la perra soy yo, y soy yo quien le pone la correa!!!"
Los niños asistieron cabizbajos. "Segundo, ....tercero...y bla...bla..."
Hasta que llegó un punto en que no paraba de gritarle al macho alfa (es decir, el marido), que ese rompecabezas era "su espacio en la casa", y si él consideraba que debía guardarse, era como pedirle a ella que no tuviera "su espacio en la casa". La mirada extrañada del hombre barbudo/ macho alfa/marido, era comparable a mi propia mirada, que es siempre inexpresiva. Lo que pareció darle coraje a la mujer para seguir gritando.
Convencida de que ninguna reprimenda caería sobre mí, y aburrida de tantos gritos domésticos, me dispuse a tomar sol en la reposera y dejar que las cuestiones humanas se resuelvan por sí mismas.
Ah!... el rompecabezas en cuestión es una reproducción de
El grito, de E. Munch, y al recibirlo como regalo uno de los niños había preguntado: Por qué grita el señor?
La respuesta es más que obvia, gritaba por haber llegado a esta familia.
Noté que los niños también vendrían y comencé a dar saltos como loca.
Mi dueña gritaba cosas como: ! dejá la correa y ponete la campera! !No abras el balcón que se puede escapar!, mientras los chicos correteaban y saltaban llevándome de la correa.
Esos minutos humanos de desorganización causan en mí un efecto desbastador: arraso con todo lo encuentro en el camino.
Y resulta que en el camino había una mesa y sobre ella un rompecabezas de 1000 piezas, que llevaba allí meses enteros y al que sólo le faltaban encajar unas 25 piezas. (La encargada de tan absurda tarea es mi dueña).
De un zarpazo torpe tiré las 975 piezas encajadas con tanto esmero y gran parte de ellas volaron al piso, y las 25 que todavía faltaban ubicar se mezclaron en un sinsentido de cartoncitos desparramados por doquier. Sentí un grito de espanto y luego otro, más las voces de los adultos que se contradecían: una decía que se podía volver a armar, y otra decía que si ya estaba casi listo era mejor guardarlo y darlo por terminado.
En seguida me encontré en el ascensor con mi dueña, el niño desistió de salir y se quedó tirado en el piso juntando las piezas, tratando de recuperar tanto trabajo perdido.
La salida a la plaza transcurrió sin mayores anécdotas. Pero faltaba el regreso.
Y esto fue lo que sucedió una vez que me devolvieron al balcón:
" Primero!", gritó mi dueña, "la encargada de sacar a la perra soy yo, y soy yo quien le pone la correa!!!"
Los niños asistieron cabizbajos. "Segundo, ....tercero...y bla...bla..."
Hasta que llegó un punto en que no paraba de gritarle al macho alfa (es decir, el marido), que ese rompecabezas era "su espacio en la casa", y si él consideraba que debía guardarse, era como pedirle a ella que no tuviera "su espacio en la casa". La mirada extrañada del hombre barbudo/ macho alfa/marido, era comparable a mi propia mirada, que es siempre inexpresiva. Lo que pareció darle coraje a la mujer para seguir gritando.
Convencida de que ninguna reprimenda caería sobre mí, y aburrida de tantos gritos domésticos, me dispuse a tomar sol en la reposera y dejar que las cuestiones humanas se resuelvan por sí mismas.
Ah!... el rompecabezas en cuestión es una reproducción de
El grito, de E. Munch, y al recibirlo como regalo uno de los niños había preguntado: Por qué grita el señor?
La respuesta es más que obvia, gritaba por haber llegado a esta familia.
domingo, 24 de julio de 2011
en familia
Lentamente me van aceptando como un miembro de la familia, la semana pasada me llevaron a los bosques de Palermo y hoy fue la primera vez en un año y medio que salimos todos juntos a la plaza.
Espero que se repita!
Aprovecho para retar a una carrera a mi primo Samuel, del barrio River.
Sería algo así como "la brava" de Chacarita Vs. "el señorito" de Nuñez.
El desafío está planteado.
El dueño del perdedor paga el asado.
lunes, 25 de abril de 2011
NUEVA VIDA
Pretencioso el título de este capítulo, ya que en realidad nada cambió. Si bien es cierto que ya se fueron todos los cachorros, para mí todo sigue igual.
No los extraño nada, su olor quedó por todo el piso del balcón y les sigo el rastro sin dificultad. El olfato es todo para un perro. Y los tironeos que me daban para tomar la teta ya me habían cansado. Quedé flaca como vaca lechera, por lo que mi dueña dice que me envidia.
Las salidas sí cambiaron bastante. Cansada del asentamiento de cartoneros en el parque, ahora me llevan atada todo el tiempo y me dejan libre un rato en otra plaza enrejada con juegos y menos pestilencias que disfrutar.
Igual ya no juego casi nada con los otros perros.
Están poblando otra vez la terraza de plantas convencidos de que ya no las voy a destruir. Sin embargo no estoy del todo segura.
domingo, 17 de abril de 2011
miércoles, 9 de marzo de 2011
EL PARTO
Para desconcierto de mis dueños, esporádicos nocturnos, comence a parir a mis cachorros.
Unas horas antes había secuestrado un par de ojotas y unas sandalias. Y el hombre se acercó a mi cucha a llevarme trapos, y ahí las encontró. También se topó con un líquido raro y en seguida dijo: Traé una lámpara, traé una lámpara.
Luego vino ella diciendo: dejála, dejála, y se alegró al comprobar que el enchufe exterior que jamás usó en 10 años, funcionaba.
Entonces él dijo: creo que ví uno, es negro. Y rajaron los dos.
Literalmente se me salió, yo no hice nada.
Mi dueño va y viene, ( a mi dueña no la escucho) y controla al pequeñín, que en efecto es negro y grande como el pare.
Sigue el baile, al amanecer continúo.
Unas horas antes había secuestrado un par de ojotas y unas sandalias. Y el hombre se acercó a mi cucha a llevarme trapos, y ahí las encontró. También se topó con un líquido raro y en seguida dijo: Traé una lámpara, traé una lámpara.
Luego vino ella diciendo: dejála, dejála, y se alegró al comprobar que el enchufe exterior que jamás usó en 10 años, funcionaba.
Entonces él dijo: creo que ví uno, es negro. Y rajaron los dos.
Literalmente se me salió, yo no hice nada.
Mi dueño va y viene, ( a mi dueña no la escucho) y controla al pequeñín, que en efecto es negro y grande como el pare.
Sigue el baile, al amanecer continúo.
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